Una vez me tatué tu nombre en la cadera, y otra vez me desperté y resultaba que se había resbalado hasta la planta de mi pie.
De tanto pisarlo se ha ido desgastando.
Una vez me tatué tu nombre en la cadera, y otra vez me desperté y resultaba que se había resbalado hasta la planta de mi pie. de tanto pisarlo se ha ido despegando..
No hay comentarios:
Publicar un comentario